0+
Entrar

Sobre Nuestra Misión Educacional

"El gran fin del Instituto es dar a la patria ciudadanos que la defiendan, la dirijan, la hagan florecer y le den honor".

Camilo Henríquez

La finalidad educativa del Instituto Nacional es formar ciudadanos: esto implica la concentración de todo el esfuerzo docente en la formación plena e integral de una persona que sea capaz de integrarse activa y creativamente en su entorno social-cultural; puesto que la ciudadanía como estado superior de la condición humana, actualizadora de la potencialidades que se deducen del ser, del pensar y del actuar de la persona, exige un ejercicio responsable de la libertad, cuyo sustento necesario debe ser una voluntad de poder animada por una sensibilidad creadora y sujeta al dominio de una razón tolerante y capaz de discernimiento.

 Formar ciudadanos implica educar para la vida; es decir, educar para el saber, para el amor, para el trabajo, significa asumir a la persona en desarrollo como ser perfectible, dialogante y solidario; educar ciudadanos es promover una capacitación integral para la internalización y ejercicio pleno de los derechos y deberes de la ciudadanía que dan arraigo y sentido de pertenencia a un pueblo, a una cultura y a una geografía. Por ende, esta finalidad educativa implica promover una adhesión a los valores patrios del ser nacional en virtud de los cuales nos reconocemos como pueblo y nación, con una identidad que nos congrega unitariamente bajo simbolos e instituticiones comunes. Sin embargo, en las proximidades de un nuevo siglo, la formación del ciudadano no puede quedar circunscrita a la sola adhesión de la nacionalidad; por el contrario, ella cobra significación en la medida en que cada hombre como persona se hace también participe de las aspiraciones sociales de la humanidad reconociéndose como ciudadano del mundo y partícipe del orden planetario.

Esta gran finalidad educativa implica cuatro determinaciones complementarias que convergen y proyectan la formación plena e integral de la persona como ciudadano, las que se constituyen en tareas educativas fundamentales; en ellas reconocemos el caracter ético y político de la educación, en tanto se concibe al hombre como un ser social, cuya vocación es precisamente llegar a ser persona entre personas, ello pasa por el reconocimiento de esa identidad comunitaria que es la patria, de la cual cada uno se hace garante y sostenedor de su unidad e integridad.

Defender la patria , como primera tarea educacional, significa promover una adhesión y un compromiso con los principios articuladores de la nacionalidad que caracterizan nuestro ethos cultural, en virtud de lo cual nos reconocemos en una historia, una tradición, un folklore, una lengua, una idiosincrasia comunes. La defensa de la patria pasa también por la formación ciudadanos capaces de concebir alternativas de desarrollo eficientes y eficaces para promover el crecimiento económico y social de la nación, lo cual reclama un compromiso responsable en el cuidado de los recursos naturales, en el respeto a la biodiversidad y en el uso racional de la tecnología a fin de cautelar la sustentabilidad del medio humano.

Dirigir la patria , como segunda tarea educacional, significa promover una solida capacitación para la toma de decisiones en los distintos ambitos, publicos y privados, de la vida nacional, tanto en lo social como en lo político, en lo económico y en lo cultural; para ello se requiere un dominio eficiente en el manejo de la información para adoptar oportunas y eficaces resoluciones. Esta importante actuación social implica una formación adecuada en las distintas areas del saber científico así como de las tecnologías asociadas al desarrollo del conocimiento; pero, ciertamente, no basta la excelencia académica para llegar a ser un buen conductor, como tampoco de un lugar social privilegiado, esta condición debe ser producto del mérito, de la experiencia inteligente y de la imaginación, así como una sensibilidad que emane de una sólida convicción de respeto a la dignidad humana.

Hacer florecer la patria , como tercera tarea educacional, significa promover el desarrollo del arte y la cultura en sus distintas manifestaciones, lo cual demanda brindar los espacios y los recursos necesarios de manera tal que el espíritu creador plasme en obras perennes las intuiciones que sensibilidad estética recoge de las manifestaciones cotidianas como expresiones de lo que somos, de lo que hacemos y de lo que pensamos, lo cual contribuye decididamente en el incremento de la calidad de vida de las personas y de la sociedad en su conjunto.

Darle honor a la patria , como cuarta tarea educacional, significa promover una sólida formación moral sustentada en una libre adhesión a valores y principios eticos de validez universal, a través de los cuales se proyecte la bondad de lo humano tendiente a la consolidación de una comunidad más solidaria y fraterna; todo ello como base para el reconocimiento de hombres íntegros, valientes y generosos, respetuosos de sus principios y de sus tradiciones entre sus iguales y en el encuentro con personas de otros ámbitos socio-culturales.

A partir de esta re-lectura interpretativa de la síntesis programática que encontramos en las palabras de Camilo Henriquez, es posible perfilar el caracter del quehacer educativo del Instituto Nacional, el cual brota de la articulación coherente de su mandato histórico y de una visión humanista del hombre y de la cultura; de ello se deducen los principios fundamentales que inspiran nuestro quehacer educativo tendiente a la gestación de una mentalidad institutana, mediante la promoción de una formación plena e integral del alumno como persona, el cual al ejercer su condición ciudadana, orientado por la libre adhesión a una escala de valores universales y por una cosmovisión de la realidad al servicio del hombre, pueda ser participe en la construcción de una sociedad libre, igualitaria y fraterna

Galería de ex - Alumnos que dan testimonio histórico de los valores esenciales de la misión educativa del Instituto Nacional; sin embargo, son miles los egresados de esta Casa de Estudios que con orgullo se reconocen como Institutanos siempre ...!