8/14/09 - No perder la memoria institutana es un acto esencial, entender la tarea de nuestros ancestros maestros es garantizar que se seguirá entregando formación para los niños chilenos. El instituto nace para crear carácter y costumbres , fomentar el trabajo y el mérito como ejes esenciales.
Un camino Bicentenario
(por Administrador el 24 de agosto de 2009 11:59 AM )Muchos son los nombres que podemos evocar, pero en estos últimos cien años la labor de los rectores señores Juan Nepomuceno Espejo Varas , Ulises Vergara ,Antonio Oyarzún , Clemente Canales es la base del prestigio actual y ampliamente conocido a nivel nacional. Son hombres que entregaron su profesionalismo e inmenso cariño para formar a los institutanos del siglo XX . Se inculcaron valores como la excelencia académica , rigurosidad, perseverancia, constancia,solidaridad y humanismo cristiano entre otros, dejando así, las bases sólidas para que futuras generaciones de maestros continuaran tan bella obra.
La construcción del actual edificio no se logra instantanemente, por el contrario son 50 años (1910 al 1960) de gestión frente a las distintas autoridades ,destacando y difundiendo la labor de educación pública ,tanto a nivel primario , secundario y universitario del cual fue actor vital para el desarrollo de generaciones de jóvenes que han entregado un inmenso aporte al chile actual.
Pero hoy en los albores del siglo XXI es necesario pensar en doscientos años más generando una nueva capa histórica, dejando puesto un peldaño más de la historia institutana , y permitir que las futuras generaciones sigan construyendo la historia.
Que acompañe a las próximas generaciones en las nuevas formas de educarse , que pueda ser instrumento eficaz para acomodarse a las nuevas tecnologías, que sus maestros puedan desarrollarse en un ambiente académico propicio y aportar en la calidad de la pedagogía, formando en lo humano y técnico a los futuros institutanos.
Los nombres los escribirá la historia y serán muchos los que silenciosamente han de aportar en esta gran tarea , pero lo más importante es que las futuras generaciones reconozcan la importancia de la visión y acción de la actual generación.
La tradición bicentenaria en educación pública debe ser recogida y analizada , es necesario entender la importancia fundamental
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